jueves, 24 de septiembre de 2009

RESURRECCIÓN




Esta semana, sin ser precisamente Semana Santa, nos hemos dedicado a buscar la resurrección de diversos personajes de nuestro alrededor.

Por una parte, la compañía sudafricana de inversiones, Allan Gray, ha realizado un spot televisivo donde resucita a James Dean, promesa cineasta fallecida a la temprana edad de 24 años. En el spot se le cede una nueva oportunidad imaginaria de vida: se observa montando a caballo, recibiendo galardones a su vejez, realizando labores humanitarias, etc… todo ello acabando con el slogan: given more time, imagine the possibilities. ALLAN GRAY, Long-Term Investing (de haber tenido más tiempo, imagina las posibilidades). El anuncio, según The Guardian fue grabado en Ciudad del Cabo por la agencia King James y lleva por título ‘Leyenda’.

En semejante escenario futurista, también hemos visto esta semana como sería el recientemente fallecido Michael Jackson si no hubiera recibido ningún tratamiento de cirugía estética. Como podrán observar, nada parecido a la realidad.






El tercer caso, y por trasladarnos a una escena más local –aunque con la globalización me pregunto qué es local hoy en día-, el diario El Mundo, entrevista al Doctor Vila, médico de Paquirri, torero que esté sábado hará 25 años de su muerte. La de Paquirri fue la primera muerte mediática en el mundo del toreo. Dicho Doctor, afirma que “no se puede asegurar si hoy se hubiera salvado a Paquirri”, analizando los posibles tiempos sucedidos desde su traslado, hasta las posibilidades quirúrgicas de hoy en día.

Cualquiera de los tres ejemplos sucedidos esta semana, nos lleva a plantearnos hasta que punto debemos preguntarnos qué hubiera sucedido en situaciones ya sin sentido o del pasado, o mejor dicho, más que sin sentido sin solución. De forma semejante, y cuando se han cumplido sesenta y cuatro años del fin de la Segunda Guerra mundial, todavía mucha gente se pregunta de qué hubiera pasado si Hitler hubiera ganado en Stalingrado, incluso se han publicado libros relativos al tema.

Es un tiempo invertido en la locura, donde esos escenarios imaginarios nos pueden llevar a transformar los recuerdos. ¿Qué sucedería si Casablanca acabara con Humphrey Bogart y Ingrid Bergman juntos? ¿Y si Beethoven no hubiera tenido la creciente sordera hasta donde hubiera llegado? Otras veces los segundos nos distancian de trágicos momentos o circunstancias. Un segundo, una vida (existe un fragmento de El curioso caso de Benjamin Button que no lo demuestra).

Siguiendo con el cine, están empezando a existir películas con finales alternativos, todo con el objetivo de ofrecer una segunda versión más allá de las salas cinematográficas. El ejemplo lo tenemos en la película Soy Leyenda, interpretada por Will Smith, donde en su versión DVD podemos seleccionar qué final deseamos.



¿De todos estos aspectos qué extraigo? Bueno, que me gustaría recordar a Michael Jackson como era, ya que al fin y al cabo fue su elección. Quiero recordar a James Dean como ese rebelde que fue, tal vez si hubiera vivido ya no hubiera sido un mito, y si algo tal vez me gustaría evitar en la alteración del pasado, es el nacimiento de enfermedades como el SIDA, aunque hoy, se ha abierto un brote verde en su defensa.

"La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada", Séneca

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