martes, 8 de febrero de 2011

INDIFERENCIA




  • “Ciudad Juárez ya sobrepasa los 2.000 asesinatos en 2010”, 1 de septiembre 2010
    "Bomba en Kabul provoca la muerte de más de ocho personas”, 28 de enero 2011

  • “Lluvias e inundaciones causan 123 muertos en Africa meridional Johannesburgo”, 3 de febrero 2011

  • “Un total de 80 policías afganos murieron en enero por ataques de insurgentes, lo que supone un aumento del 21 % con respecto al mes anterior”, 6 de febrero 2011

  • “Cuatro muertos en Túnez por disparos de la policía en una manifestación”, 7 de febrero 2011

  • “Una disputa entre Tailandia y Camboya por el templo Preah Vihear acaba con la vida de cinco personas”, 7 de febrero 2011

  • “La organización Afghanistan Rights Monitor publicó un comunicado de prensa en el que se señala que entre enero y diciembre del 2010, 2,421 civiles afganos perdieron la vida como resultado de la violencia armada, mientras que 3,270 resultaron heridos.”

  • “África tiene la tasa más alta de mortalidad, con 118 de cada mil niños que mueren antes de su primer año de vida. “

  • “ Dos niños africanos mueren cada minuto de malaria.”

  • “África tiene la tasa más alta de mortalidad, con 118 de cada mil niños que mueren antes de su primer año de vida. “

  • “Sudeste asiático: más de 15 millones de niños trabaja en forma esclavizada, y 500.000 son forzados a la prostitución.”

  • “Aproximadamente 17 por ciento de la fuerza laboral de África está constituida por niños.”

  • “19.000 niños mueren cada día de enfermedades curables.”

  • “El promedio en África es de 400 muertes por cada 100.000 nacimientos vivos; en países industrializados, de 20 por cada 100.000; y en países en vías de desarrollo, de 440 por 100.000”

  • “La meningitis ha causado más de 1.900 muertos desde principios del 2010 en el área del África subsahariana conocida como el “cinturón de la meningitis”


Muchas de estas cifras, han pasado completamente desapercibidas por nosotros. Las leamos en el New York Times, El País, La Vanguardia, The Times, Le Figaro o Der Spiegel. Primero, porque pocas veces se encuentran en las páginas principales, y segundo, porque nuestra mente, en la mayoría de casos, se ha acostumbrado a la indiferencia, a observar el escrito pero no el sentido. Se ha habituado a desviar la mirada hacia temas más triviales. Nuevamente, reitero, la Inercia queda presente y latente.


¿Nos hemos acostumbrado a la indiferencia? ¿En qué nos hemos convertido?


Observamos las muertes de Kabul como un espacio publicitario menos de un diario o minutos mal gastados de un informativo televisivo, los anuncios de UNICEF como una entidad que se anuncia en la camiseta del F.C. Barcelona y las ONGs como un paso transitorio por nuestra visión ocular, y no me refiero exclusivamente al término solidaridad. Tal vez porque no tenemos ningún amigo afgano, de aquí la indiferencia. O posiblemente, porque ningún ‘amigo’ africano o afgano nos ha pedido ‘añadirse como amigo’ a través de las redes sociales.


En cambio, no nos cuesta nada desviar la atención y obtener un mayor sentimiento de dolor cuando observamos una matanza en un instituto de EE.UU, o como sucedió el pasado nueve de enero en Tucson, Arizona, donde un joven disparó de forma indiscriminada contra un acto político de la congresista Gabriella Giffords, y mató a seis personas y hiriendo a varias más.


Los medios de comunicación abrieron la mayoría de los informativos, americanos o europeos, con la noticia, y continuaron durante cuatro días más con un seguimiento extenso y especial. Los medios escritos, divulgando que todo EE.UU se encontraba conmocionado, destinaron parte de sus portadas a la noticia. Daniel Hernández, becario hispano que salvó la vida de Gabrielle Giffords, se convirtió en todo un héroe.


¿Somos tan tremendamente influenciables?

La verdad es que si, recuerdo entre otros el libro “Storytelling: la máquina de fabricar historias y formatear las mentes” escrito por Christian Salmon, escritor y fundador del Parlamento Internacional de Escritores. Su mérito radica como dice Miguel Roig, Director Creativo Ejecutivo de Saatchi & Saatchi, “en esclarecer el sentido de las historias que nos cuentan y arrojar luz sobre un gran malentendido: nosotros no construimos las historias, o mejor, no somos autores de su sentido.”


No quiero cuestionar si seis personas norteamericanas valen más que seis vidas afganas, pero tal vez los medios sí que nos lo hacen ver, o al menos, se posicionan. Nunca me hubiera imaginado que diferenciaríamos entre tipos de horrores.


En la edición de ayer del Herald Tribune, puedo leer como el astronauta Mark Kelly, piloto y capitán de la Armada, además de marido de la congresista Gabriella Giffords, herida de gravedad en el tiroteo de Arizona y con daños celebrares, comentaba en una rueda de prensa previa al último vuelo del transbordador Endeavour a realizar en abril, sus habilidades para concentrarse:


"Pasar por alto lo que esté sucediendo en tu vida personal y simplemente enfócate en tu misión. Recibimos mucha práctica para hacer eso. Lo he estado haciendo durante 24 años. La palabra clave aquí es ser capaz de 'compartimentalizar' las cosas ", afirmó.


“Poner a un lado problemas y sentimientos en pequeñas cajas y centrarse en la tarea difícil en turno —"compartimentalizar", o dividir en compartimentos-. La mayoría de la gente divide los asuntos en compartimentos todo el tiempo a una escala menor. Sin embargo, algunas personas son naturalmente mejores que otras en la capacidad de hacer a un lado sus sentimientos, o pueden aprender cómo mejorar al respecto,” agregó.


Me gustaría haber visto como el astronauta Mark Kelly se hubiera tomado que la ciudadanía ‘compartimentalizara’ sus sentimientos. Que los medios de comunicación hubieran hecho caso prácticamente omiso de la noticia de la matanza de Arizona, o que simplemente la hubieran desplazado a la página veinte de cualquier diario mundial, sin un seguimiento televisivo o que su mujer hubiera sido una paciente más en el hospital.


Aún así, lo que sí es cierto, es que soy el primer indiferente, yo soy el primer cobarde, yo soy el primer desentendido.


“Los hechos no dejan de existir porque se les ignore,” Aldous Leonard Huxley (1894 – 1963), fue un escritor anarquista inglés que emigró a los Estados Unidos. Miembro de la reconocida familia de intelectuales

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